Respuesta :

Los unitarios vieron la posibilidad de recuperar el poder perdido apoyándose en el descontento, de los jefes militares de regreso, ante la paz firmada con el Brasil. Nombres como: Lavalle, Paz, Alvear, Rodríguez, Soler, Cruz, Brown compartían estas ideas y proyectaron una sublevación militar destinada a derrocar al gobierno federal.
El 1° de diciembre de 1828 el General Juan Lavalle entró con sus tropas y ocupó la ciudad de Buenos Aires. El gobernador Dorrego salió a la campaña en busca del apoyo del Comandante de Campaña Juan Manuel de Rosas. Contradiciendo la opinión de éste, que le aconsejó ir a Santa Fe y solicitar apoyo a López, Dorrego salió al encuentro de Lavalle, quien lo tomó prisionero y ordenó su fusilamiento el 13 de diciembre de 1828.


Todo el país vivía la creciente agitación contra el régimen unitario, seguía la guerra contra los brasileros. Las provincias del noroeste y centro, de mayor riqueza, volumen demográfico e importancia socio-política, se movilizaban tras los caudillos Facundo Quiroga, Juan Bautista Bustos y Juan Felipe Ibarra. El 24 de mayo de 1827 Manuel J. García firma con los representantes brasileños (marqueses de Queluz y Macaio y vizconde San Leopoldo) la humillación de la Argentina: renunciaba a la Cisplatina contentándose con la promesa del emperador de “arreglarla con sumo esmero, del mismo modo, o mejor aún, que las demás provincias del Imperio”; la isla de Martín García sería neutralizada, se indemnizaría a Brasil por la guerra de corsarios, y se pedía a Inglaterra por quince años “la garantía de la libre navegación del Plata”. El escándalo es tremendo, y Rivadavia debe mandar su renuncia al congreso: “Me es penoso no poder exponer a la faz del mundo los motivos que justifican mi irrevocable resolución...He dado a la patria días de gloria...he sostenido hasta el último punto la honra y dignidad de la Nación...Dificultades de nuevo orden que no me fue dado prever han venido a convencerme de que mis servicios no pueden en lo sucesivo serle de utilidad alguna...Sensible es no poder satisfacer al mundo de los motivos irresistibles que justifican esta decidida resolución...Quizá hoy no se hará justicia a la nobleza y sinceridad de mis sentimientos, mas yo cuento con que al menos me la hará algún día la posteridad, me la hará la historia”. Fue aceptada por 48 votos sobre 50.En la misma sesión del 30 de julio donde fue aceptada la renuncia de Rivadavia “por ventajosa para el país”, Valentín Gómez, Dorrego, Portillo y Arenales presentaron sendos proyectos para resolver la angustiosa situación. Coincidían en elegir un presidente provisional que reanudase la unidad y siguiese la guerra. El 9 de julio se hizo cargo Vicente López y Planes.

AmnnnnMmm no se lo ke pasa.. Aver deja ver