El olfato; sentido químico que nos permite recibir información química de nuestro entorno a través de las partículas disueltas en el aire. Junto con el gusto forma parte del proceso digestivo, tanto en la búsqueda de alimentos como en el mismo gusto, además de sernos útil como protección frente a potenciales peligros del medio, rechazo de alimentos en mal estado e incluso relacionarnos con el entorno y con nuestros semejantes, en la conducta sexual y en los mecanismos de la memoria a largo plazo.
El gusto es uno de los cinco sentidos, con el que se percibe determinadas sustancias solubles en la saliva por medio de algunas de sus cualidades químicas y que da la sensación de sabor. Este sentido, además, es un poderoso auxiliar de la digestión, ya que sabemos que las sensaciones agradables del gusto estimulan la secreción de la saliva y los jugos gástricos. Las papilas gustativas juegan un papel muy importante en este sentido.