Respuesta :

Las Interjecciones propias, o propiamente dichas, se componen de una única palabra comprendida entre signos de admiración o deinterrogación:

¡Ah! Sirve para expresar asombro, comprensión de lo oído, sorpresa, placer. ¡Ay! Sirve para expresar dolor. Es una interjección que puede ser seguida de una expresión confirmatoria, por lo que cabe integrarla en una oración; pero como las interjecciones forman una unidad en su entonación oral, se separa con una coma: ¡Ay, cómo me duele! ¡Bah! Sirve para expresar desprecio, desinterés. ¡Buah! Sirve para expresar asombro, incredulidad o sorpresa. ¡Guau! Sirve para expresar asombro o admiración. ¡Guay! Sirve para expresar advertencia/amenaza o fascinación/admiración, según el geolecto: ¡Guay, que se nos vienen encima! o ¡Guay, nos vamos de excursión! ¡Eh! Sirve para expresar rechazo, desaprobación de lo excesivo, sorpresa. ¿Eh? Siendo una forma interrogativa, expresa duda de haber comprendido lo oído, o una solicitud de que se repita algo que no fue atentamente escuchado; y también se emplea en el contexto de un discurso, como una suerte de consulta acerca de si se ha comprendido lo expresado, o si se está de acuerdo con ello. Es una de las pocas interjecciones que eventualmente pueden intercalarse en una oración, con ese sentido:- Camina con cuidado para no caerte.- ¿Eh? ¡Ey! Sirve para expresar llamado de atención, saludo. ¡Hola! Sirve para expresar bienvenida, saludo, satisfacción por el encuentro con la persona a quien es dirigido. ¡Uda! Sirve para llamar la atención de los animales, generalmente despectivo. Por ejemplo: " UDA de aquí!" para indicar que se marchen. ¡Uy! Sirve para expresar asombro, sorpresa por algo insólito. ¡Oh! Sirve para expresar asombro, admiración. ¡Ojalá! u Ójala) Sirve para expresar un deseo de que algo se realice. Sería una palabra de origen árabe, proveniente de los tiempos históricos en que el sur de la península ibérica estaba ocupada por los moros, siendo contracción de Inch alá, equivalente a Dios lo quiera. Es una palabra que frecuentemente no es empleada como interjección, incorporándose a una oración: Ojalá que no llueva. ¡Puaj! Sirve para expresar asco, fuerte desagrado. ¡Hala! Sirve para expresar prisa. Por ejemplo: "¡Hala!, no se detengan, que se nos hace tarde." ¡Shhhh! o ¡Chitón! Para pedir silencio. [editar]Interjecciones impropias

Interjecciones impropias que no son interjecciones idiomáticamente originarias, sino sustantivos, verbos o adverbios, que ocasionalmente son empleados como interjecciones, por su significación usual: ¡Socorro!¡Caracoles!¡Diablos!¡Rayos y centellas!¡Pelaná!

[editar]Interjecciones de expresión

Interjecciones de expresión que son locuciones usuales, las que son empleadas igualmente como interjecciones: ¡Mi madre!¡Dios santo!¡Ay de mí! Las interjecciones presentan algunas peculiaridades en su empleo idiomático:

Generalmente se emplean en forma aislada, como una expresión de entonación independiente; pero cuando se incorporan en una oración lo común es que aparezcan al principio: ¡Ay!¡Qué dolor!

Cuando se insertan en una oración quedan estrictamente fuera de su secuencia, como si fueran un paréntesis: Lloró la niña, ¡ay!, ¡cómo sufría!

Algunas asumen la forma de expresiones no idiomáticas u onomatopéyicas (que imitan sonidos): ¡Puaj!¡Chit!¡Plash!¡Paf!¡Pif!

Algunas se unen frecuentemente a los nombres propios, en la forma de los vocativos o expresiones que se emplean para llamar o atraer la atención: ¡Eh, Ernesto!

También se unen a diversas clases de partículas, en diversas expresiones exclamativas: ¡Ay del que se anime a contrariarlo! ¡Guay con los que se le acerquen!