El centauro es un ser con cuerpo de caballo y el torso, brazos y cabeza de hombre.Habita en equilibrio con la naturaleza, así que sólo caza lo que necesita para vivir y, si tala un árbol, planta otro. Es habitual encontrarlos en prados, claros y bosques de hoja caduca. Son muy sociables con otras especies del bosque.Los centauros son conocidos por sus habilidades con la lanza y con el arco, aunque también pueden usar garrotes y escudos a la hora de la lucha. Son seres de gran fuerza, sobre todo por su parte animal. Esta parte de caballo les permite cocear, pisotear y cargar con lanza.Su sociedad está formada por tribus donde suele haber una élite de centauros guerreros y, al menos, un sacerdote que será considerado el líder.Es famosa su afición por el vino, que les tranforma en seres desagradables y algo toscos, incluso agresivos.Una de las leyendas de la mitología griega cuenta que el primer centauro fue Chirón. Chirón era un titán que entró en guerra con los jóvenes dioses el Olimpo, pero perdió. Como castigo, Apolo, el dios de la luz y la razón, lo convirtió en mitad hombre y mitad caballo.En la leyenda se narra cómo fue herido por una flecha venenosa y, tras un tiempo de agonía, renunció a su inmortalidad. Chirón cedió su inmortalidad a Prometeo, otro titán. Zeus, como agradececimiento por este gesto, dibujó la forma de centauro de Chirón en una constelación y le dio el nombre de Sagitario.
Las Sirenas son mujeres-pez de gran belleza y con una preciosa voz.
En la mitología griega, las sirenas (plural griego: Seirênes ) eran tres peligrosas mujeres-pájaro, retratadas como seductoras, que vivieron en una isla llamada Sirenum Scopuli .
Más tarde, las tradiciones identificaron la geografía de esta isla con los floridos islotes de Anthemoessa , Anthemusa , el Cabo Pelorum , las islas de Sirenusian cerca de Paestum o de Capreae . Todas estas localizaciones están rodeadas por acantilados y rocas.
Los marineros que navegaban cerca de estos lugares escuchaban su música encantadora –que eran las voces de las sirenas – y naufragaban inevitablemente en las costas rocosas.
Aunque engañaban a los marineros, las sirenas no eran deidades marinas.
Estas mujeres mitológicas son consideradas hijas del dios del río llamado Achelous, padre de Terpsícore, Melpomene, Sterope o Chthon y la Tierra, tal como escribe Eurípides en su obra dramática Helena. Allí, Helena, angustiada, las llama “mujeres aladas, vírgenes, hijas de la Tierra”.
Sin embargo, los escritores romanos relacionaron a las sirenas , ante todo, con el mar. Las llamaron “hijas de Forcis”. Homero no agrega ningún dato sobre su origen o nombres; sólo menciona dos sirenas en la Odisea .
Escritores tardíos sí mencionan sus nombres y número: tres sirenas llamadas Peisinoe, Aglaope, y Thelxiepeia, o una tríada bautizada como Parthenope, Ligeia, y Leucosia. Por su parte, Eustathius indica que eran dos, Aglaopheme y Thelxiepeia.
Su número varía según los relatos mitológicos o dramáticos. Por lo general, son entre dos y cinco, y sus nombres suelen ser Thelxiepeia/Thelxiope/Thelxinoe, Molpe, Aglaophonos/Aglaope, Pisinoe/Peisinoë, Parthenope, Ligeia, Leucosia, Raidne y Teles
Medusa es uno de los personajes más anecdóticos que existen en la mitología griega, eran parte de las gorgonas y sus padres eran Forcis y Ceto; pero Medusa tenía una característica que la diferenciaba del resto de las gorgonas, ya que era la única mortal y la más bella que sus hermanas.
Su belleza fue tan grande que llegó a deslumbrar a Poseidón, que al verse enamorado de Medusa decidió seducirla (para algunos más bien fue una violación), en el templo de Atenea. Esto provocó una rivalidad entre Atenea y Poseidón, ya rivales de por sí. La ira de Atenea fue tan grande al haberse enterado de lo que ocurrió en su templo, que su reacción inmediata fue la de castigar a Medusa; que pasó a ser igual a sus dos hermanas, Esteno y Euríale. Ambas eran simples monstruos desalmados, con manos metálicas y colmillos afilados, y unos ojos que emitían una luz tal, que quien los miraba directamente, quedaba petrificado.
No conforme con este castigo, Afrodita se vio celosa de la hermosa cabellera que tenía Medusa, razón por la cual dentro del castigo se hizo que en lugar de cabellos se disponga de serpientes; de esta manera, Medusa fue desterrada a vivir en las tierras hiperbóreas.
De aquel idilio fortuito que hubo entre Poseidón y Medusa, surgió un embarazo, lo que no hizo más que incrementar el el rencor de Atenea, que ordena a Perseo que mate a Medusa.
Perseo en su misión, que era algo casi imposible de realizar, tuvo que usar unas sandalias aladas que le había proporcionado Hermes. Esta protección adicional le prevenía de la mirada de Medusa, así como un escudo muy brillante, de forma que si llegaba a mirarle, pudiera repeler el ataque de la luz letal de sus ojos. Por suerte, no tuvo necesidad de usarlo, ya que esperó a que Medusa se durmiera en su guarida. Perseo volando con sus sandalias, logró ubicarse por encima de Medusa cortandole la cabeza en un solo acto.
Con este corte, por el medio del cuello de Medusa, salieron sus hijos, Pegaso y el gigante Crisaor. La cabeza de Medusa fué para Atenea, que la utilizó como escudo en todas sus batallas, como hiciera Perseo anteriormente para rescatar a Andrómeda y poder matar a Polidectes.
La sangre derramada en la decapitación de Medusa fue celosamente guardada para fines que sólo los Dioses conocían, ya que la sangre de su vena izquierda venía a representar un veneno mortal, y la de su lado derecho, tenía características sanadoras que se utilizaba incluso para poder resucitar a los muertos