Respuesta :

El caballo y el asno  

Un caballo, orgulloso de su parafernalia fina, encontró un asno en la carretera. El asno, que iba pesadamente cargado, caminaba despacio por el camino.
--Apenas--, dijo el caballo, --puedo yo resistir a darte una patada con mis talones, pues veo que solamente sirves para manejar cargas.
El asno mantuvo su paciencia, y sólo hizo una petición silenciosa a la justicia de los dioses.
No mucho tiempo después el caballo tuvo problemas de salud, y su dueño lo envió a trabajar a la granja.
El asno, viéndolo jalar una pesada carreta, así se mofó de él:
--¿Dónde, oh jactancioso, está ahora toda tu alegre parafernalia, y quién eres ahora reducido a la condición de cargador, a la que tan recientemente me trataste con desprecio?'

Moraleja: Nunca te mofes de una situación incómoda de tu prójimo, pues no sabes en que momento podrías estar igual o peor que él.
Apacentando un joven su ganado, gritó desde la cima de un collado: ¡Favor! que viene el lobo, labradores. Éstos, abandonando sus labores, acuden prontamente, y hallan que es una chanza solamente. Vuelve a clamar, y temen la desgracia; segunda vez la burla. ¡Linda gracia! Pero ¿qué sucedió la vez tercera? que vino en realidad la hambrienta fiera. Entonces el zagal se desgañita, y por más que patea, llora y grita, no se mueve la gente, escarmentada; y el lobo se devora la manada.   MORALEJA:   ¡ Cuántas veces resulta de un engaño contra el engañador el mayor daño!