Los cuentos infantiles son una parte de importante de la literatura narrativa. Tienen sus orígenes en épocas muy remotas de la historia humana y tienen el objetivo no solo de entretener, sino de instruir y enseñar a través de moralejas. En los cuentos infantiles es usual ver elementos como la magia y las acciones épicas, para así sorprender a los pequeños.
A continuación, un cuento infantil inédito:
Había una vez una aprendiz de hada madrina, mágica y maravillosa, la más lista y amable de las hadas; pero era también un hada muy fea, y por mucho que se esforzaba en mostrar sus muchas cualidades, parecía que todos estaban empeñados en que lo más importante para un hada tenía que ser su belleza, En la escuela de hadas no le hacían caso, y cada vez que volaba a una misión para ayudar a un niño o cualquier persona en apuros, antes de poder abrir la boca, ya le gritaban debido a su fealdad.
-¡Fea hada!, ¡lárgate de aquí!
Aunque pequeña, su magia era muy poderosa, y más de una vez había pensado hacer un encantamiento para volverse bella; pero luego pensaba en lo que le contaba su mamá de pequeña:
-Tú eres lo que eres, con cada uno de tus granos y tus arrugas; y es así por una razón muy especial.
Pero un día, las brujas del país vecino arrasaron con la tierra de las hadas, haciendo prisioneras a todas ellas junto con los magos. Entonces, nuestra hada, poco antes de ser atacada, hechizó sus propios vestidos y, ayudada por su fea cara, se hizo pasar por una fea bruja. Así, pudo seguirlas hasta su guarida y, una vez allí, con su magia preparó una gran fiesta para todas, adornando la caverna con murciélagos, sapos y arañas, y música de lobos aullando.
Durante la fiesta, corrió a liberar a todas las hadas y magos, que con un gran hechizo consiguieron encerrar a todas las brujas en la montaña durante los siguientes 100 años. Durante esos 100 años, y muchos más, todos recordaron la valentía y la inteligencia del hada fea. Nunca más se volvió a considerar en aquel país la fealdad como una desgracia.
Fin.
