El cerebro humano, formado por la sustancia blanca y la sutancia gris, se encarga de el control de todo el organismo, ya que es el que determina las funciones (cerebrales) superiores: sensibilidad, movimiento, memoria, habla, equilibrio, etc.
Al observar la parte externa del cerebro se aprecian una serie de plicaturas, o pliegues, que le proporcionan una forma característica o particular: esos pliegues son los denominados circunvoluciones cerebrales.
Los pliegues, también llamados giros, que dan forma a las circunvoluciones son el resultado de un proceso de plegamiento de la superficie cerebral, y se encuentran en estrecha relación con la actividad de movimiento corporal, efectuado por la musculatura esquelética.
Cada circunvolución está "zonificada" en el cerebro, y representa el movimiento específico de un grupo muscular. Las conexiones entre cerebro y músculo son cruzadas, por lo que los músculos del lado derecho del cuerpo se encuentran representados o coordinados por una circunvolución del hemisferio cerebral izquierdo.