Álex Hrdlicka planteó, en 1908. que los primeros
pobladores de América fueron los cazadores paleomongoloides asiáticos que
ingresaron navegando en balsas por el estrecho de Béring a finales de la
glaciación de Winsconsin (10000 a.C. aproximadamente). En la actualidad es bien sabido que llegaron caminando por el istmo de Beringia en el Pleistoceno.
Esta teoría se apoya en las semejanzas antroposomáticas entre el hombre
asiático y los amerindios: cabellos lacios y oscuros, ojos con pliegue
mongólico, pómulos anchos y salientes, dientes en forma de pala, rareza de
pilosidad en la cara, la "mancha lumbar" en los bebés.
Hrdlicka era partidario del origen monoracial del poblamiento de América. Según
él, entre los indios de América (mayas, quechuas o patagones) hay un conjunto
de caracteres comunes que sugieren un origen común general. Este “aire de
familia” se debería a que todos descienden de un tronco común: el asiático
mongoloide.
Es importante recalcar que Hrdlicka era firme partidario de un poblamiento
reciente, para él las primeras bandas llegaron recién hacia el 10000 a.C., al
finalizar la úlima glaciación (Wisconsin) del periodo Pleistoceno.
Si bien es cierto, la teoría asiática es ampliamente aceptada por la comunidad
científica internacional, Hrdlicka tuvo y tiene detractores. El punto más
atacado es su tesis monoracial. Sus críticos (Paul Rivet y Mendes Correa, por
ejemplo) consideran que, aparte de los mongoloides, también llegaron otros
grupos migratorios paleolíticos, como melanésicos y australianos; es decir
sostienen una tesis poliracial.