los paracas
Paracas, como zona arqueológica, fue descubierta en el año
1925, en los lugares denominados Cabeza Larga y Cavernas. Posteriormente en
1927 encontraron un tercer sitio arqueológico, al pie del Cerro Colorado, entre
los dos anteriores de Cavernas y Cabezas Largas; el lugar se ha denominado La
Necrópolis Paracas, y se trata de un enorme cementerio, toda una ciudad
habitada por muertos enterrados con ropajes lujosos, adornados con objetos
ceremoniales y simbólicos. A cada compartimiento se le denominó "cámaras
funerarias", de las que había de diferente tamaño, recolectando en total
429 fardos funerarios, envueltos en maravillosos mantos bordados. Las cámaras
habían sido construidas sobre los restos de poblaciones más antiguas.
Cada fardo contenía al difunto en posición fetal, envuelto
en maravillosos mantos y colocado sobre una canasta. Generalmente iba
acompañado de ofrendas, como caracoles, cetros, un turbante, platos de cerámica
con algunas mazorcas de maíz, algunas piezas menores de oro cosidas a los
mantos, así como instrumentos de cirugía o artefactos para tejer. El fardo era
un completo ajuar funerario, cuidadosamente colocado con el difunto para
acompañarlo en su viaje final, pudiendo entender que cada objeto tuvo una relación,
en vida, directa con el difunto.
Otro de los aspectos que llama la atención en la cultura
Paracas es la "trepanación de cráneos", desconociendo hasta el
momento qué las originó; sin embargo, existen teorías que afirman que en esa
época las fracturas de cráneo eran constantes en las batallas, otra idea
propone que cuando se presentaban dolores de cabeza se hacían trepanaciones. La
operación se efectuaba anestesiando al paciente; se cree que la coca, el
alcohol y hasta la hipnosis pudieron servir de analgésicos.