No sería justo hacerte la tarea, pero puedo ayudarte a pensar.
No te apures en comenzar a escribir. Primero imagina a un personaje (puede ser una persona o ser personificado, un gato, un perrito, una mariposa, una oruga, etc); créale una personalidad: enojón, pesimista, juguetón, presumido, solidario... y un lugar en donde viva (puede ser un lugar original, no tiene por qué ser un país, puede vivir en el hueco de un árbol, debajo de un puente, en una juguetería, debajo de un hongo, una tienda de mascotas, etc). A veces mirando imágenes como ilustraciones de otros cuentos, pinturas o paisajes, se ocurren ideas. Observa imágenes. Piensa cómo es la vida diaria de tu personaje, con quiénes convive, qué hace. Inventa un problema que aparezca en su vida, ese problema será el conflicto al que se deberá enfrentar y se deberá solucionar al final de la historia. Inventa personajes que lo ayuden y otros que se le opongan. El momento más tenso de tu historia será el nudo (recuerda que los nudos son apretados, tensos). Cuando se vaya desenredando, desenlazando, vendrá obviamente el desenlace. El título piénsalo al final.