El debate es una técnica de comunicación que
consiste en la confrontación de opiniones antagónicas sobre un tema o problema
determinado.
Cada debatiente da su opinión sobre un tema
propuesto, fundamentando esa opinión y generalmente desalentando la del
oponente.
Ejemplo de debate:
DEBATE SOBRE EL ABORTO
María: “El aborto debe ser considerado ilegal y un
delito porque cuando alguien aborta está asesinando a un ser humano”.
Santiago: “El aborto no puede ser ilegal ya que el
embrión en sus primeras semanas de gestación no es un ser humano. Es solo un
grupo de células que aún no han adquirido siquiera características propias de
la especie a la que pertenecen”.
María: “Pero el ser humano es un ser vivo desde la
concepción y todo ser vivo es obra de Dios y no debiera ser legal atentar
contra la obra del creador”.
Santiago: “En estricto apego a la ciencia un
embrión es producto de una fecundación y no sucede por intervención divina.
Además muchas veces es un producto no deseado que proviene de la unión de dos
personas que solo están disfrutando de la plenitud de su libertad y de su
sexualidad. Por otro lado, un estado de derecho en el seno de una laicidad no
puede ser determinado por intereses religiosos, o sea que el argumento de la
intervención divina no debiera tener cabida en un debate sobre la legalidad o
ilegalidad del aborto en un país laico regido por una constitución”.
María: "Pero si se despenalizara el aborto como
sugiere mi contraparte, el país se hundiría en el hedonismo y la sexualidad
irresponsable lo cual corrompería en extremo a la juventud, que de por sí ya
está marcada por la ausencia de valores esenciales para la convivencia sana de
una sociedad”.
Santiago: “El aborto debe tratarse como un
problema de salud pública. Las estadísticas sugieren que en ciudades avanzadas
en el tema, que ya han despenalizado la interrupción del embarazo el número de
mujeres que solicitan la interrupción asistida no incrementa, simplemente sale
de la clandestinidad. Si el aborto es tratado a nivel nacional como un problema
real, que ya existe pero que la mayoría de las veces no se practica de manera
salubre y profesional, la experiencia en estas ciudades nos indicaría que la
cifra de mujeres que buscan interrumpir voluntariamente el embarazo no irá en
aumento, simplemente las mujeres tendrían una alternativa para poner en
práctica su determinación apoyadas por el Estado que se mostraría como una
entidad responsable de la salud pública de sus gobernados”.
"La despenalización del aborto tiene como objetivo
reconocer la autoridad de una mujer sobre su propio cuerpo."
María: "Mi contraparte habla de los derechos que
tiene una mujer sobre su cuerpo, pero le recuerdo que se trata de otro cuerpo y
de otro ser humano sobre el que está decidiendo".
Santiago: "Existe una verdad jurídica y una verdad
subjetiva; la verdad jurídica es la que puede comprobarse con elementos
probatorios o científicos desde cualquier perspectiva; la verdad subjetiva en
cambio es la construcción de la verdad a partir de perspectivas personales
influenciadas por la religión, la moral o la educación de quien la proclama.
Digo lo anterior porque como ya lo mencionamos, en estricto apego a lo
comprobable que es la ciencia; la verdad jurídica es que el embrión en sus
primeras semanas no es un ser humano. Con esto en mente, el Estado debe
legislar sobre el tema haciendo solo caso a la verdad jurídica y a lo
científicamente comprobable; no puede y no debe caer en la tentación de
determinar una prohibición o declarar ilegal la solución a un problema de salud
pública a partir de una perspectiva muy subjetiva dictada por erróneos
preceptos de moral de que ‘el embrión es un ser humano’ y que ‘el aborto es
asesinato’; el aborto debe ser una
opción provista por el Estado de manera salubre y profesional para las mujeres
que así lo soliciten".
María: “Sigo pensando que el aborto es una
aberración y debe ser considerado como un delito debido a que es un asesinato,
y si el aborto hubiera existido mi contraparte podría no estar aquí defendiendo
su punto”.
Santiago: “La despenalización del aborto es la
muestra de un estado progresista, que respeta las garantías individuales y que
toda persona tiene derecho a decidir de manera libre, responsable e informada
sobre el número y espaciamiento de sus hijos”