periodo romantico ROMANTICISMOEn las últimas décadas del siglo XVIII se hizo patente un cambio de sensibilidad en la cultura europea. El conceptualismo clásico llegó al punto decadente, cediéndole el paso a un espíritu que tendía hacia una nueva dimensión, la individualidad. El arte se nutrió con los primeros influjos románticos que proponían un cambio total alejándose de cualquier mirada hacia el pasado griego, deseando una innovación en la visión del arte. Su mitología ya no se tomaba de la antigüedad griega sino que brotaba del propio yo interno. Así una forma novedosa de conocer la música, de comprender su expresión se evidenció en obras creadas por artistas como Weber, quien allanaría el camino a los primeros románticos como fueron Beethoven con la segunda parte de su obra, como también fue el caso se Frank Schubert, y la música de Robert Schumann. Vemos cómo su estética ha trascendido en la concepción posterior del arte, y tal es la expresión de ese espíritu impetuoso de aquellas innovadoras generaciones, que músicos como Mahler, cronológicamente muy distante de los primeros románticos, conservaba su profunda expresividad y sentido estético.Los escritores del último tercio del siglo XVIII fueron quienes se adentraron en las ideas románticas, entre ellos podemos citar al poeta Novalis (1772-1801) que empleó el término romántico para designar las nuevas concepciones artísticas opuestas a las decadentes clasicistas y que ya Goethe (1749-1832) había visionado la extinción del mundo y el retorno a los principios fundamentales.Cuando un mundo se extingue otro nace, así en Francia y Norteamérica se gestaron las revoluciones que pulverizaron los principios absolutistas. La fortaleza del racionalismo fue debilitada y vencida por el idealismo romántico. Arte, filosofía, política y sociedad se siguieron por los sentidos convertidos en entes independientes, desmitificando el culto a la razón y atizando el fuego de la idea. Esta realidad renovadora fue la que impulsó al hombre romántico hacia lo metafísico, lo que le dio pie para exigir libertad, igualdad y fraternidad, todo contra la injusticia social,exaltando los ánimos revolucionarios nacionales y arengándolospara arribar a una mejor y futura democracia.El hombre romántico es como un viajero en pos de desvelamiento de misterios y artista romántico es quien concede al arte el significado de representación de ese recorrido espiritual. El artista romántico en su afán develador de enigmas se dedicó a la auscultación del mundo olvidándose de la imitación de la naturaleza para mas bien representar el infinito, representación del ideal.La profundidad de la música instrumental, la inocencia del folclor, el reconocimiento del estilo de lo nuevo al igual que la tradición clásica, nos dan una somera idea de lo que fue la vastedad de la trama estética que dio forma al tejido musical romántico.Respecto a la música instrumental y su variante sinfónica se considera al Beethoven maduro como el develador del sendero que él trazó con su poética y técnica compositivas. La corriente romántica posterior se aplicó al perfeccionamiento de su forma sinfónica, como lo fue el caso de varios músicos como Schubert, Mendelson y Schumann y en el transcurso del siglo Brahms, Chaikovski, Dvorak y Mahler. Así mismo dentro de este grupo hubo diferencias compositivas entre Schubert, Schumann, Barliotz, Linz y Richad Strauss.El concierto instrumental clásico acompañado de orquesta recibió el impulso de Beethoven, quien luchó por el triunfo de esas corrientes o dos ideales que se oponen sin excluirse son los dos ideales denominados clásico y romántico, así que poco a poco el concierto pasó de instrumental clásico a concierto solista románico. Maestros de la composición como Schumann, Chopin, Brahms sublimaron la vitalidad individual del instrumento solista, especialmente cuando el solista es el piano.La lírica vocal generó el lied o canción. De Alemania trascendió fronteras. Hydn y Beethoven, tomaron de la canción su herencia popular de cantos o leyendas y Schubert los transformó en material de arte, que se extendió a Hungría con Liszt, a Rusia con Borodin, Musorgski y Chaikovsky, a Noruega con Grieg, a Francia con la primera obra de Debussy y a Españacon Albéniz y Falla. En Estados Unidos en las postrimerías del siglo XIX y en los albores del XX se promovió un movimiento nacionalista en el que se unían rasgos negros, indios y occidentales, pero no tuvo mayor eco Posteriormente Gershwing y Copland fueron subyugados, en sentido espiritual por la música del jazz. Es decir, surge una corriente nacionalista que inducía a los compositores a inspirarse en las raíces populares, en el acervo folclórico de sus tierras natales, con sentimientos románticos que tendían a una afirmación nacionalista.