La
tensión superficial es un fenómeno que se manifiesta en la superficie de
algunos líquidos, los cuales se comportan, en su superficie, como una delgada
película, con ciertas propiedades de elasticidad, las cuales confieren la
capacidad a ciertas partículas de permanecer en la superficie, sin hundirse,
esto es aprovechado por algunos insectos, que poseen la capacidad de permanecer
de pie y desplazarse sobre el agua u otra sustancia líquida.
La capilaridad es una propiedad de los
líquidos y depende de la tensión superficial de la misma sustancia, esto les da
la capacidad de subir o bajar por un sólido al ser puesto en contacto con este,
de acuerdo a si es mojado por el líquido o no.
La
sustancia considerada como el solvente universal es el agua, ya que tiene la
capacidad de disolver la mayoría de los componentes inorgánicos, e incluso,
algunos orgánicos, debido a su carácter polar. Además, se debe considerar que
es la sustancia solvente más abundante, no es riesgoso, tiene una concentración
de protones que es igual a la concentración de hidroxilos por lo que no afecta
el pH.
El
calor específico es la cantidad de calor por cada kilogramo de sustancia, que
necesita un cuerpo para elevar su temperatura en un grado centígrado. En
general, este valor depende de la temperatura inicial de la sustancia.
Y
por último, la densidad es una magnitud escalar, que señala la relación entre
la masa de cierto material y el volumen de dicha sustancia, es decir está
definida como Masa/Volumen. La unidad del SI para la densidad es el kilogramo
por metro cúbico.