Descartes y el empirismo.
Las dos grandes escuelas del siglo XVII fueron el racionalismo y el
empirismo, las cuales se enfrentan al mismo problema pero se diferencian
en la forma de enfocarla y tratar de resolverla. Ambas se inspiran en
la nueva ciencia y en su método matemático y experimental pero con un
enfoque diferente centrado en la cuestión del conocimiento.
El Racionalismo y Descartes conceden la primacía a la razón para
alcanzar la verdad y sostienen como principio básico que nuestros
conocimientos verdaderos de la realidad tienen su origen y fundamento en
la razón. Identifican el conocimiento racional con el conocimiento
científico y con las matemáticas. Además, están convencidos de que la
estructura de la realidad es de índole matemática y creen que solo por
medio de las matemáticas puede obtenerse conocimiento seguro sobre la
realidad. El problema será el del método, es decir, cómo aplicar el
método matemático a la filosofía. Los racionalistas establecen como
ideal del conocimiento “el sistema deductivo”, un razonamiento que
alcanza una conclusión necesaria a partir de unas proposiciones primeras
y generales. La pretensión de los racionalistas será partir de unos
principios universales, abstractos y evidentes de por sí, y deducir de
ellos el resto de verdades. El problema que habrá que afrontar será el
de establecer el origen de estas ideas y principios.