La visión centro-periferia en la actualidadActualmente tiene menos importancia el comercio internacional entre diferentes sectores e industrias de diferentes países, por lo que algunos de los presupuestos de la visión centro-periferia deben acomodarse a los nuevos escenarios. Progresivamente ha ido creciendo el comercio internacional dentro de una misma industria e, incluso, dentro de la propia empresa, cuando ésta adquiere la dimensión de transnacional. Las empresas transnacionales, al instalar empresas subsidiarias en la periferia, desdibujan las condiciones tradicionales del intercambio de productos primarios desde las periferias por productos manufacturados desde los centros. Aunque los términos de intercambio siguen respondiendo a las predicciones de la teoría cepalina, el sistema centro-periferia pasa a responder a otra lógica a medida que el comercio de bienes entre sectores pierde importancia.Los cambios y las revoluciones tecnológicas se siguen gestando en el seno de sociedades políticamente unificadas, es decir, en los estados, y responden a las condiciones que ellas ofrecen. Desde este punto de vista, el centro, fuente de la presente revolución tecnológica, sigue estando formado por los mismos países que han hegemonizado las relaciones económicas durante este siglo XX. Por su parte, la periferia se ha ido diferenciando en diversos estratos de industrialización y desarrollo, como pueden ser, en orden del nivel más elevado al inferior: los países del Sudeste asiático, las economías latinoamericanas y los países del África Subsahariana. Lo que interesa dentro de la perspectiva centro-periferia es, en última instancia, el impacto del cambio tecnológico del centro sobre el empleo y la equidad en la periferia. Hasta el presente la desigualdad está aumentando en los últimos años y, aunque no pueda darse por consolidado que el nuevo escenario mundial esté generando una nueva versión de relaciones asimétricas en la que el centro consolide su hegemonía y siga aumentando la distancia económica con la periferia, lo que es evidente es que el cambio técnico generado en el centro y su forma de difusión internacional debe tenerse en cuenta más que nunca si se quiere entender el orden internacional emergente (Filippo, 1998). A. D.