Respuesta :

El Libro de Buen Amores una aglomeración de diversos elementos y tradiciones. Está escrito fundamentalmente en cuaderna vía, pero con frecuencia intercala entre ellas piezas de metro muy variado.

Encontramos también como a las anécdotas amorosas centrales se suman episodios de tono entre realista y alegórico, como la batalla de Don Carnal y Doña Cuaresma o la victoria de Don Amor. Para todos estos elementos, el Arcipreste, recurre generosamente a la literatura - en especial latina medieval - de moda en sus días: los amores de Doña Endrina y Juan Ruiz (Don Melón) adaptan el Panphilus de amore, un relato del siglo XII que se decía atribuido a Ovidio. Pese a la multiplicidad de materiales ajenos en manos del autor sufren una profunda transformación. Y es que Juan Ruiz posee un prodigioso don para concretar ambientes y perfilar personajes de forma realista y humana. Encontramos obediencia a la retórica y es claro que se deleita en la acumulación de sinónimos, contrastando ideas y opiniones, reuniendo interrogaciones llenas de vida y ejemplos subjetivos, jugando con la etimología, etc.

Uno de las características más importantes de su obra, que no se puede pasar sin mencionar, es que en su obra, por primera vez e las letras españolas, se produce una recreación del habla popular, y un ejemplo claro de ello es el uso abundante de refranes. Así que sin habérselo propuesto nos ofrece una visión de la sociedad de su tiempo donde no hay clase social ni circunstancia que no sufra sus ataques satíricos.

Otro punto muy importante a tratar es la intención del autor. Según el propio Juan Ruiz es didáctica-moral: “e Dios sabe que la mi intención non fue de lo facer por dar manera de pecar nin por mal dezir, más fue por reducir á toda persona á memoria buena de bien obrar é dar enxiemplo de buenas costumbres”. Pero se ha discutido mucho sobre esta actitud didáctica del poema, pregonada desde el prólogo una y otra vez. En este punto el Arcipreste insiste en que los males descubiertos en el Libro no se exponen - salvo deformación del lector - como ejemplo a seguir, sino a evitar. Este tipo de enseñanza es muy común en la pedagogía antigua.