Una mañana de mayo, cuando muchos árboles se llenan de flores y el sol
resplandece en el alba, un niño llamado Chefi, despierta y se da cuenta
que no está con sus padres, ni con su familia - ¿Dónde está papá y
mamá?- se preguntó. Se sentía tan solo y fue entonces cuando se decidió a
caminar por aquel hermoso lugar y descubrir todo a su paso, todo lo que
ve es ajeno a su vista, pero agradable. Extrañado se pregunta -¿Por qué
estoy aquí?- y al instante una voz de tono dulce embargó su corazón y
le dijo:
- Chefi, ¿Quieres saber qué anhela realmente tu corazón?
Sorprendido se pregunta - ¿Por qué estoy aquí? ¡No se quién me habla! ¡Muéstrate! ¿Dónde estoy?
Chefi se había quedado acostado en un parquecito de la escuela. Camino a
su casa, las flores que se desprenden de los árboles le caen a cada
paso que da como si fuera nieve del cielo, flores hermosas, rosadas y
blancas.
Muy contento con el sueño que había tenido exclama:
¡Voy para mi casa que esta en mi pueblo, que esta en mi tiempo!
¡Voy para mi casa que ya he aprendido a mirar el cielo!
FIN