EL COLONIALISMO
A finales del siglo XIX las potencias europeas comienzan su expansión colonial en África y Asia. Esta proyección hacia otros continentes obedece a tres factores:
Factores económicos: Búsqueda de materias primas, (el algodón o el lino), y de fuentes de energía,
ya que la producción europea es insuficiente para abastecer su industria.
El aumento de la población y las subidas de los salarios conseguidas por los sindicatos obreros provocan la búsqueda de alimentos y mano de obra más barata en países de otros continentes.
Necesidad de nuevos mercados para la industria. Los países colonizados constituyen un gran mercado para vender los productos manufacturados fabricados en Europa, así como un campo ilimitado de inversión de capital, ya que todos ellos han de ser dotados de ferrocarriles, puertos, edificios y todo tipo de infrestructuras.
Factores políticos: El nacionalismo, en pleno apogeo, fomenta la creación de imperios; pues cuantas más colonias posea una nación, más poderosa será.
Factores estratégicos: El comercio y la industria hacen que sea de vital importancia controlar las grandes rutas marinas y terrestres.
Factores morales: Los países industrializados se sienten obligados a difundir su religión y su cultura a las colonias. Esta labor fue llevada a cabo, sobre todo, por los misioneros.
