Respuesta :

marada

Aprendiendo a cambiar con los tiempos, los ratones consiguieron encontrar más queso. (…) Por eso, los ratones ya no cuestionaban por qué el queso desaparecía. Todos estaban de acuerdo en que esas preguntas no tienen respuesta. No trataban de idear planes para tratar de evitar que el queso desapareciera. Sólo un tonto pensaría que es posible controlar el destino. Sobre todo, nunca volvieron a hacer esa pregunta tan poco razonable: «¿Quién se ha llevado mi queso?» Ahora la vida era más sencilla. Todo se reducía a una ecuación muy simple: Quieres queso + El queso ya no está aquí = Ve a otro sitio a buscar el queso. (…) Pero... Bueno... también había uno que se llamaba Max. Y Max era totalmente diferente.


ojala esto te sirva ;)