PRESIONES Y VIENTOS: las presiones son el peso del aire atmosférico, se mide con el barómetro. A nivel del mar, la presión normal es de 760 mm o 1013 milibares. Cuando una masa de aire pasa más de esos valores es una zona de alta presión o anticiclón. Un anticiclón es una zona dispersadora de vientos. Esos vientos siguen unas trayectorias similares al movimiento de las agujas del reloj en el hemisferio norte, y al contrario en el hemisferio sur.
De las presiones dependen pues los movimientos del aire o circulación atmosférica y en ellos inciden también la temperatura y la humedad que provocan diferencias notables entre la superficie y la altura. En el interior de las depresiones existe una gran movilidad. Las depresiones son zonas muy inestables, el aire al ascender, por su menos peso, se enfría, el vapor se condensa y origina lluvias, nieve o granizo, según las temperaturas. Estas precipitaciones son las que hemos llamado de ascendencia convectiva.
Los anticiclones o zonas de altas presiones, son zonas o masas de aire frío y seco, por tanto, tienen poquísimo vapor y al descender por su mayor peso se calientan y estabilizan. En las zonas anticiclónicas llueve muy poco, son zonas de estabilidad.
Tanto los anticiclones como las depresiones son centros dinámicos o activos y están en contacto entre ellos.
En nuestro planeta existen los siguientes centros dinámicos:
dos zonas de altas presiones en los polos
dos zonas de bajas presiones templadas
dos zonas de altas presiones subtropicales
una zona de bajas presiones ecuatoriales
Entre los diferentes centros activos circulan vientos pero no de norte a sur, sino de Este (E) a Oeste (W) en el hemisferio norte, y al contrario en el hemisferio sur, por la influencia de la llamada fuerza de Coriolis (o sea, por rozamiento con la tierra en rotación) que los desvía, esa fuerza es casi nula en el Ecuador y muy intensa en los Polos.
Además de los centros dinámicos que hemos descrito que hay que tener en cuenta otros como el Jet Stream o Corriente en Chorro y el Frente Polar.
En la Segunda Guerra Mundial los pilotos norteamericanos descubrieron que al volar hacia el Este, el viento les empujaba, mientras que si lo hacían en dirección contraria (W - E), sus aviones frenaban. Así se descubrió que entre los 30 y los 45º de latitud y a una altura de entre 8 y 12 mil metros había una potente corriente de aire que circula a unos 500 kms. por hora. Esta corriente de aire frío en altura origina movimientos descendientes por de masas de aire, por su peso las masas descendentes desplazan a otras masas que están en la superficie.