Respuesta :

En esta Época del Proceso y del Socialismo del Siglo XXI, se violan la mayoría de los derechos que nuestra Constitución establece como prioritarios para los ciudadanos. Se vulnera el derecho a la vida, el derecho a la integridad personal, a la libertad de culto, al debido proceso, el derecho a escoger el tipo de educación para las nuevas generaciones, los derechos de propiedad y los derechos electorales. Hasta se castigan presuntos delitos de opinión. Todo ello constituye, sin duda alguna, abuso de poder.El abuso de autoridad consiste en todo acto de un funcionario que se excede, para su propio y único beneficio, en sus atribuciones o facultades respecto a particulares o a la cosa pública. En la mayoría de los casos el abuso de poder de quien detenta formalmente, y nunca racionalmente, la más alta jerarquía, es apoyado con l a amenaza de suspender el empleo para quienes pretende dominar.Ello no explica por sí solo el sometimiento de las víctimas del acoso, pues se utilizan procedimientos perversos que atan psicológicamente a las víctimas y que les impiden reaccionar. Estas conductas son calcadas de las utilizadas en los campos de concentración y son prueba evidente de la existencia de regímenes totalitarios.Cuando el que se quiere dominar se resiste es objeto de métodos más violentos. Inicialmente, se procura desbaratar su sentido crítico hasta que no sepa ya quien tiene razón y quién no. Se le somete al estrés, se le riñe, es vigilado, es obligado a participar en listas de abajo firmantes, se le cronometra para que esté continuamente este en vilo y, sobre todo, no se le cuenta nada que pudiera permitirle comprender lo que ocurre. El asalariado es acorralado. Y el grupo incrementa este proceso, pues el avieso lo utiliza como testimonio o como activo participante y recipiendario del acto ofrecido en la amenaza.