Las sociedades de nuestro mundo no son inertes, van evolucionando o
cambiando, y no siempre a mejor. Las corrientes sociales en el universo
que vivimos están interrelacionadas; la aparición de cualquier fenómeno
de masas es observada desde todos los puntos cardinales y llevados a la
práctica en la búsqueda de modelos nuevos. Pero, en muchas ocasiones,
esos modelos han chocado con el orden establecido o con los sistemas
políticos y económicos dominantes. Esta es la complejidad de vivir en
sociedad, las democracias no han encontrado la varita mágica que consiga
que sus ciudadanos mantengan una actitud coherente y de respeto de
derechos y deberes.
Desde que el hombre ocupa la tierra, en cada época las sociedades han
actuado de manera variable y, ahora, nos toca a los que llevamos desde
aproximadamente mediados del siglo XX y los inicios del XXI, vivir esas
voluptuosidades. Movimientos sociales que representó la aparición de los
Hippies, o el fenómeno social de The Beatles, también el importante
movimiento reivindicativo que representó Mayo del 68, además de las
intrigas de la “Guerra Fría”, provocó la ruptura generacional con la
sociedad anterior, y que evolucionando por diversos caminos, ha llegado
sin embargo a encrucijadas preocupantes y difíciles de resolver. Tal vez
es el momento de iniciar otra nueva cruzada para emprender un modelo
nuevo de sociedad, coincidiendo además con la crisis económica mundial,
que debería ser el punto de inflexión para un enfoque distinto de lo que
debe ser el individuo en los tiempos venideros.
Fuente de informacion:
http://www.psoe.es/zaragozalasfuentes/docs/517750/page/ciudadania-del-futuro.html