Respuesta :

entonces seria:

-La niña mezquina, de A. Ochagavía.

Cuando los doce cumplió,
era Inés vivaz, hermosa
y a decidora y graciosa
otra jamás la ganó.

En su colegio brillaba,
con prontitud aprendía,
pero un defecto tenía,
que su valer amenguaba.

Todo lo ajeno quería:
plumas, papel, lapiceras,
anotadores, tijeras,
pero lo suyo escondía.

Tan afanosa en pedir
como difícil en dar,
no pudo amigas hallar
para jugar y reír.

Pues al ver su mezquindad
las demás niñas volaban
de su lado y la dejaban
en la mayor soledad.

En tal error loco y necio,
a ser mujer ha llegado
sin haber nunca probado
el gran placer del aprecio.

Hoy , en su triste retiro,
viendo que otras se divierten
sus ojos lágrimas vierten
entre suspiro y suspiro.

En su avaricia encerrada
la mezquindad vivirá
y en el mundo no hallará
amistad, amor y nada.

suerte ;)

 


 Pensé en los días antiguos, y tuve en mi espíritu
los años eternos. De noche medité en mi corazón : me
ejercitaba y purificaba mi espíritu. ¿por ventura desechar
á Dios para siempre o no volverá a ser benévolo ?
¿por qué, si puede Dios, no satisface a la hambre
cruel que nos devora ?


¡Oh, qué misterio espantoso
Es este de la existencia!
¡Revélame algo, conciencia!
¡Háblame, Dios poderoso!
Hay no sé qué pavoroso
En el ser de nuestro ser.
¿Por qué vine yo a nacer?
¿Quién a padecer me obligue?
¿Quién dió esa ley enemiga
De ser para padecer?
 
 
Si en la nada estaba yo
¿Por qué salí de la nada
A execrar la hora menguada
En que mi vida empezó?
Y una vez que se cumplió
Ese prodigio funesto,
¿Por qué el mismo que lo ha impuesto
De él no me viene a librar?
¿Y he de tener que cargar un bien contra el cual protesto?
 
¡AIma! si vienes del Cielo,
Si allá viviste otra vida
Si eres imagen cumplida
Del Soberano Modelo
¿Cómo has perdido en el suelo
La fe de tu original?
¿Cómo en tu lengua inmortal
No explicas al hombre rudo
Este fatídico nudo,
Entre un Dios y un animal?

O si es que antes no exististe,
Y al abrir del mundo al sol
Tú, divino girasol
Gemela del polvo fuiste,
¿Qué crimen obrar pudiste?
¿De, contra quién, cómo y cuándo,
Que estuviese a Dios clamando
Que al hondo valle en que estás
Surgieses tú, nada más
Que para expiarlo llorando?

Pues cuanto ha sido y será
De Dios reside en la mente,
Tanto infortunio presente
¿No lo completaba ya ?
Y ¿Por qué, si en él esta
Del bien la fuente suprema,
Lanzó esa voz o anatema
que hizo súbito existir
 

Un mundo en que oye gemir
Y un hombre que de el blasfema ?